Adiós ministro ultra, adiós

Mariano F. Bermejo, el ya dimisionario o cesado o como quiera llamarse, tiene muchos nombres. Muchos se me ocurren y que me callaré por puro decoro pero hay más. El "ministro ultra" que decía Zaplana, "Bermejinsky" que dice Losantos o "rojo" como se autodefine el personaje… casi ná…
Cuando Zapo le puso en el cargo en sustitución de López Aguilar, el Clark Kent del gobierno éste, sabía muy bien para qué. No le puso porque creía que era la persona más indicada para ocupar la cartera de Justicia o porque fuera la persona más capaz o más conciliadora o simplemente más trabajadora. Nada de eso...
Zapo puso a Bermejo para seguir provocando mejor al PP, que de eso se trata. Se le provoca desde el gobierno, los pobrecitos míos de Rajoy protestan, se les dice en los medios afines que son "la derecha de siempre y que crispan" y a vivir otros 4 años.
Y Bermejo lo que hizo que lo bordó. Provocar, chulearse, pavonearse, alardear pero sobre todo provocar al PP, que para eso también le pagaban, fue lo que mejor hizo en su catastrófica gestión que ha puesto patas arriba todo el sistema judicial español, ya de por sí, precario y lento.
No me extenderé mucho más en comentar lo de este personaje impresentable, bufón soez y zafio, producto de esta izquierda "progresista y moderna" que encarna Zapatero.
Un tipo éste Bermejo que parece que es juez, primero de su promoción encima. Se comenta solo por sus acciones y exabruptos. Desde "soy de izquierdas y así actúo" (haciendo de juez, que ya tiene delito…), las reformas de 300.000 euros de su pisito oficial de Plaza España, la huelga de jueces (que ya es difícil hacer que se pongan), la cacería con Garzón (¡ arrea qué tema !) o su famoso grito guardiacivilesco " ¡ la vida es en colores, COÑO!" (todo para decir que el PP es en blanco y negro, o sea, el NODO -nótese la gran aportación a la ironía patria que da mucho de sí-).
Y podríamos seguir con sus innumerables estupideces pero paso... lo mismo pilla una infertilidad masculina mala pero mala...
Nos libramos por fin de este hijo de falangista de alto cargo local, que vivió de puta madre con el régimen (estaban forrados con los negocietes del Movimiento...) y que se hizo rojo para redimirnos y salvarnos a todos de la derecha "que es la de siempre". Qué típico todo…Y ah, un gran aplauso a toda la bancada socialista compuesta sobre todo por ardientes e incondicionales féminas que gritaban a Bermejo aquello de "torero, torero" después de estoquear al morlaco pepero... Qué gran clá... (a veces pienso viendo estas cosas que España es realmente diferente...)