¿Lo del Prestige? Eso fue Aznar…

Este axioma tan fijado en la mente de muchos, se ha hundido como el mismo barco, en el fondo del mar, a ser posible en una fosa abisal.

Una jueza con sentido común ha sentenciado que Fomento, o sea el Gobierno Aznar, no tuvo responsabilidad en el vertido posterior de fuel porque la situación del barco era desesperada y el hundimiento era inminente. Resumiendo: lo que mejor que se pudo hacer fue lo que se hizo: alejar el barco de la costa lo más rápidamente posible.

Todos recordamos, que dentro de la tragedia humana y medioambiental, se montó una gigantesca pira político-mediática para achicharrar a Aznar y a todo su gobierno. 

¿Quién no recuerda las manifestaciones infames de los Nunca Mais, grupúsculos del BNG que se encargaban de hacer ruido, cuanto más mejor? ¿Quién no recuerda a Tele5 con Angelines Barceló día sí y día también haciendo seguimientos del tema (seguimientos a su manera, claro)? ¿Quién no recuerda todas las declaraciones de los pepiños, que por entonces ya estaban agazapados cual pantera que va a saltar sobre su presa, o sea, el gobierno de la nación?

Son muchos, cientos, miles de personas las que tendrían que reflexionar por qué sacaron beneficio político-mediático de una tragedia (cosa que ahora acusa el PSOE para lo que le interesa). Aunque el motivo es el de siempre: "la derecha no tiene derecho a gobiernar y si hay que hundir otro barco, se hunde". Poco más hay.

En el caso Prestige hubo 2 chapapotes: uno real y pegajoso (del que por cierto, poco o nada queda, al contrario de los informes catastrofistas de los "ecologistas" del caso) y otro tanto o más asqueroso: el mediático-politico, que unos se encargaron de propagar. Precisamente ése es el más difícil de limpiar.