Gallardón o 2016 formas de hacer el ridi

Cuando el alcalde manirroto de Madrid, esa bella ciudad que debe más que todas las grandes ciudades españolas juntas, dijo que se presentaría la candidatura para 2016, me eché las manos a la cabeza, igual que hice cuando Rajoy después de perder estrepitosamente el 9M, anunció que él seguía, como Joe Rígoli…
Y ya lo ven, se ha hecho un ridículo espantoso a pesar de que se diga hasta la náusea eso de que "nos lo merecíamos", "éramos la mejor candidatura" o "teníamos una corazonada" (lema salido de algún resorte progre y hortera…).
Con el endeudamiento tan escandaloso que tiene su ayuntamiento, a Gallardón le importó poco volver a embarcar y embaucar a miles y miles de personas en un proyecto condenado al fracaso de Madrid 2016. Dicen que se han gastado nada menos que 600 millones de euros en la campañita. Aunque sólo hubiera sido 1 euro, era ya muy caro porque el fracaso estaba cantado: no se repite el continente y punto.
Que no se repita el continente en olimpiadas consecutivas parece algo lógico y de justicia. Rotación de continentes, lo llaman. Se trata de impedir que los países más pudientes copen las posibilidades de obtener los juegos y de ahí que no se repitan el continente. Pero a Gallardón eso le importaba un pimiento.
Pero qué se puede esperar de un tío como Gallardón que lleva años haciendo guiños a la izquierda, desmarcándose de la línea de su partido, haciendo políticas antiliberales (gasto desbocado y endeudamiento) o diciendo que alguien tan impresentable como el Gran Wyoming es "muuuuuuy bueno, muuuuuuy bueno…".
Y como dicen que una imagen vale más que 1000 palabras... aquí les dejo una...
