La catalufotasa

Lo que está pasando en Baleares con el asunto de Air Berlin no puede sorprender a nadie; a nadie que esté mínimamente informado y no tenga el sectarismo progre como bandera.

El otro día el director general de AirBerlin, Joachim Hunold, se lamentaba en la revista corporativa de su empresa de que el gobierno balear liderado por el PSIB-PSOE de Francesc Antich, les instaba a utilizar el catalán en las comunicaciones de la empresa para "garantizar el uso de la lengua catalana".

Estos genios de la política no entienden que saliéndose de su competencia de funcionarios, no pueden obligar a ninguna empresa privada a que pasen por su aro catalufo.

La Constitución Española habla del deber de conocer el español y la no obligatoriedad de saber ningún otro. Si a alguien le hablan es español tiene la obligación de entenderlo, con lo cual, sobra la imposición de la que hablan todos estos abrazadores del catalanismo más rancio. Ya hay imposiciones de sobra en la administración pública.

Hunold, al no ser español, reaccionó ante esta injerencia a una empresa privada como a muchos españoles nos gustaría: sin complejos y con contundencia. En su editorial decía:

"Hasta ahora yo estaba orgulloso de tener en los vuelos internos de España, al menos una auxiliar de vuelo a bordo que hablara español. ¿Les tengo que dar ahora cursos de catalán por decreto a mis empleados? Y los que vuelan a Galicia o al País Vasco, ¿querrán que nos dirijamos en gallego o en vasco? ¿Es que ya no hablan el español?

Hoy el castellano no es ni oficial. Hay pueblos en la isla en los cuales los niños ya no hablan el español. En sus escuelas el español es una lengua extrajera más, como el inglés o el alemán. Hasta ahora pensaba que vivíamos en una Europa sin fronteras. La partición de España en nacionalismos regionales es de hecho un retorno a los miniestados medievales."

No tardaron los pitbulls separatistas en empezar a ladrar por este, a su juicio, "ataque intolerable" al catalán. Joan Puig de ERC, el famoso asaltapiscinas, *en su blog hizo la gracia y pegó una esvástica junto al emblema de la compañía. Huelgan más comentarios sobre su intencionalidad...

El problema es que el tal Puig no sabía que los alemanes en este caso, no hace como la derecha española cuando le llaman facha, fascista etc etc. Estos no se callan y no miran a otro lado. Air Berlin ya le ha demandado por infamia en los tribunales europeos.

A todo esto, el Govern de Antich callado y a verlas venir. Deben estar pensando si es mejor apoyar al catalán o defender al turismo, sector clave en Baleares. Con la ecotasa lo tuvieron claro. Se lo cargaron.

A ver si al primo alemán de Zumosol se le van a hinchar las narices y desvíe su turismo a otros destinos. A ver qué hacen todos estos impresentables…

*Por razones de higiene, el enlance no va a su blog sino a una noticia comentada.