Buenafuente no recoge el premio

Buenafuente, el humorista catalán de Antena y anteriormente de TV3 ha decidido no recoger el premio Micrófono de Oro que le habían concedido porque "también se lo han dado a Losantos".

Supongo que cualquiera tiene derecho a rechazar cosas, incluso premios, pero eso de rechazarlo porque se lo dan también a otra persona, me huele a lo del cordón sanitario del montonero Lupi. Es decir, "no me junto con apestados porque me pegarán la peste".

Una de las razones que da Buenafuente es que Losantos "no solo le ofende a él sino que ofende al periodismo". Digo yo que esto de ofender es muy elástico. Lo que a algunos ofende, a otros les divierte y al revés.

Buenafuente es básicamente un showman que ha creado un formato televisivo innovador, con dosis de surrealismo y que suele ser entretenido gracias a los personajes que aparecen en sus programas. Su productora, Elterrat, sabe como nadie hacer estirar la goma y que los programas se perpetúen en la parrilla, algo bastante complicado. Admirable.

Otra cosa es "las editoriales" del programa que vienen en su famoso monólogo sobre algún aspecto de la actualidad del día, donde Buenafuente se luce delante de su público compuesto básicamente de veinteañeros y adolescentes que le ríen a rabiar.

Y es que Buenafuente juega en casa y así es más fácil ganar. Si tu monólogo desde Barcelona lo basas en puyitas a España, a la derecha y sobre todo a la Iglesia, es normal que te hagas famoso. Y es que eso de meterse con la Iglesia en España da mucho juego, prestigio sobre todo audiencia, que es lo que importa.

No importa mucho que millones de católicos se sienten ofendidos por sus monólogos pero no es lo mismo. A poner la otra mejilla y a callar.

Así que Losantos o cualquiera podría aducir las mismas razones para no compartir el premio con Buenafuente pero el problema es que Buenafuente es humorista y contra eso, siempre saldrás perdiendo.