Guerrilleros de Cristo Rey

Poco después de la muerte de Franco se empezaron a hacer famosos unos grupos de extrema derecha (estos de verdad…), de inspiración religiosa radical, especialmente violentos que patrullaban las noches de las ciudades buscando a gente de izquierda para apalearlos o pegarles un tiro: los Guerrilleros de Cristo Rey.

Afortunadamente los Guerrilleros de Cristo Rey u otras bandas de extrema derecha han desaparecido en la práctica aunque a veces oímos que un grupo de neonazis ha apaleado a un homosexual.

Lo que sí hay ahora y cada vez más, son otros guerrilleros de Cristo Rey pero con señera catalana y barretina.

No se sabe muy bien su afiliación exacta aunque parece claro que son de izquierda y radical, del partido de Carod, de Saura o incluso de Montilla.

Para todo aquel que no sea nacionalista y que encima se atreva a denunciar los atropellos de la Generalitat contra los castellanoparlantes, no sólo se expone a la marginación más cruda sino que puede resultar agredido.

Francisco Caja es el presidente de una de tantas asociaciones (Convivencia Cívica Catalana) que luchan por derechos tan básicos como que se pueda elegir la lengua vehicular en la enseñanza o que el castellano no quede erradicado de la vida pública.

Ayer, mientras recogía firmas en Sta. Coloma, varios energúmenos, los nuevos guerrilleros de Cristo Rey, se acercaron a la mesa, le rompieron algunos pliegos de firmas, le dieron un patada y un puñetazo en la cara y se fueron de rositas. Todo eso al tiempo que les llamaban "charnegos de mierda" "fachas" o "iros a Madrid".

Siendo esto gravísimo e intolerable, lo peor fue una vez más la actuación de los Mossos d’esquadra, mejor dicho, la no actuación. Vinieron dos de paisanos, media hora después y les dijeron que no había pasado nada y que no había ni que hacer atestado. Lo mismo que hacían los grises de Franco.

Éste es el clima en Cataluña. Cuanto más presumen de sociedad avanzada y tolerante, más se ve su fanatismo.