Estado laico

Esto de los manifiestos suele ser una cosa muy de izquierdas. En momentos puntuales, varios individuos que se creen muy importantes, como los Padres Conscriptos de la Patria, se reúnen y producen un texto que cambiará la vida de un país.

La mayoría de las veces, los manifiestos no sirven para nada y quedan como meros brindis al sol entre grandes palabras. Pero otras pueden esconder gigantescos instrumentos de manipulación social, si el que lo redacta es el partido del gobierno.

Con motivo del 28 aniversario de la Constitución, al PSOE no se le ha ocurrido mejor cosa que parir un texto que compara la constitución del 78 con la del 31 republicana, nada menos, como si la del 78 emanase de aquélla…("la Carta Magna de 1978, junto a la Constitución de 1931, representa la más alta plasmación en la historia del pueblo español de su voluntad de vivir en un régimen democrático"). Nada más falso y demagógico ya que el contexto histórico es diferente, para empezar.

Aunque la traca llega cuando advierten que España es un Estado laico ("es preciso recordar y reafirmar el valor del principio constitucional de la laicidad") con lo cual, sobre este principio debe pivotar todo comportamiento de Estado.

España no es un estado laico, como dice el PSOE, sino aconfesional por el Artículo 16.3 de la Constitución. La diferencia es abismal.

El laicismo se caracteriza por su carácter impositivo y beligerante contra toda religión, como contrapunto a un estado en que la ley básica es la religiosa. La Constitución en ese punto habla de que "los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española", es decir, justo lo contrario de lo que proclama el nuevo "estado laico" inventado por Zapatero, que no tendrá en cuenta el sentir de millones y millones de católicos.

Al calor del nuevo laicismo, ya se ha empezado a suprimir fiestas de Navidad en algún colegio, o fiestas de moros y cristianos, cargándose una larga tradición española. Después se irá a por las procesiones de Semana Santa y ¿por qué no?, a por el Camino de Santiago.

Desde un punto totalmente objetivo, lo realmente sorprendente por no decir surrealista, es que el PSOE aproveche el aniversario de la Constitución para agraviar y enfrentarse a millones de católicos que son la mayoría de los españoles.

Nunca hasta ahora había habido tal nivel de tensión gratuita entre españoles porque la Constitución del 78 garantizaba el sentir de todos los españoles, sean creyentes o no.

Con Zapatero esto parece que va a cambiar. Ya lo dijo él mismo en El Socialista: "hay que implantar el laicismo en España, de manera subliminal, sin que se note mucho…"