Feijóo Superstar

En un mundo cada vez más surrealista y alucinante donde se oyen cosas como "si con 16 años se pueden casar y tener hijos, también pueden abortar" (ministra miembra dixit) o "¡alinéese con nosotros rumbo al socialismo, sr. Obama!" (gorila rojo dixit), confieso que no creía.

No creía que Feijóo sacara la mayoría absoluta que desalojara al bipartito. Pero el caso es que ahí está, presidente electo de la Xunta, Touriño dimitido (gracias Pepiño por tu gran aportación al empujoncito) y unos pitbulls Quintana, llorando por las esquinas con crisis de identidad.

Por el momento, Feijóo, con su pinta de chico aplicado con cara de sueño, va bien, firme y hablando claro. De decir que venderá el Audi del Tou (qué pena que no lo pueda comprar Manjón con lo que le gustan…) pasa a que "se acabaron la galescolas". Le apoyamos plenamente… un 10...

¿Qué es una galescola? Fácil.. como una ikastola pero en gallego, es decir, un centro educativo público nacio-separatista donde se da un lavado de cerebro integral al tierno infante repitiéndole que más allá de galicia no hay nada o territorio hostil o extranjero y que hablan otra lengua. Un instrumento diabólico que crearía generaciones de analfabetos funcionales con la idea clara que hay que "romper con España que es la que oprime al pueblo gallego".

Que todo esto se haga encima con el dinero de todos, tiene más delito, porque al contrario de lo que piensa la izquierda, el dinero de todos, es una cosa muy seria. Se debe de gastar, sí, pero controladamente y que vaya en beneficio de todos, no para crear castas aldeanas con ganas de guerra permanente. Esto es lo que llevan haciendo los gobiernos nacionalistas en España desde hace 30 años al menos.

Si Feijóo resiste a la embestida de la tribu pitbull gallega (que ya ha convocado marchas de protesta en "contra de su involución educativa", y cumple el objetivo de no imponer una lengua sobre otra y de dar libertad de elección de idioma vehicular a los padres como se hace en el mundo civilizado, se habrá ganado mi respeto.

El reto en un país tan desquiciado como España es de aupa. Y es que abunda esa clase de tipejos de izquierda o separatistas, semianalfabetos, malencarados y matonescos que están siempre en guerra permanente con todo lo que signifique mínimamente España.