Maruja Torres, esa entrulladora chekista

La que se dice escritora, Maruja Torres se destapa cada vez que puede. Y puede sobre todo cuando el País se lo pide especialmente, es decir, cuando su amigo Zapo está en horas bajas, como ahora.

Debe ser duro para cualquier presidente, aún de perfil tan bajo como Zapatero, tener que hacer gestos "a lo facha", como devolver a la cárcel a De Juana o detener a terroristas en Francia para intentar que "esto pase rápido".

Pero para endulzar el sapo siempre salen los Cebrián, los Millás, los Luppi, los Gala o las Marujas Torres para apedrear al chivo expiatorio, el tal Azazel de los judíos, y dejarlo abandonado en el desierto.

Maruja Torres, la que llamó impunemente "hijos de puta" a todo votante del Partido Popular, dice ahora en un artículo de El País llamado Maldades aun más impunemente, que "le asusta por igual lo que dice ETA y lo que dice el PP"... Aunque para mí lo más grave es que la señora llame al PP "bocazas opositoras". Opositores, en las dictaduras. Aquí, aún no.

¿A quién puede sorprender este lenguaje totalitario y despreciativo de parte de estos chekistas frustrados? A mí no, desde luego.

Si tenemos la desgracia de convivir con la izquierda más reaccionaria y sobre todo menos preparada culturalmente de Europa, es normal que salgan estos especímenes con dos copas de más, mostrando su verdadera cara.

Yo no sé si soy opositor aunque se está en ello. Lo que sí sé es que los votantes del PP no son hijos de esa señora. Creo más bien que son todos los que la leen y la aplauden.